Retirado en la paz de estos desiertos,
con pocos, pero doctos libros juntos,
vivo en conversación con los difuntos
y escucho con mis ojos a los muertos.
Francisco de Quevedo, "Desde la torre" (Extracto).
24.3.12
23.3.12
Creo que de haberme llamado Valentina, como mi hermana, hubiese sido una persona más valiente, como ella siempre dice haciendo referencia a su nombre: "Valentina, la valiente" . Desafortunada o afortunadamente, mi nombre es María Fernanda. María, quizás como la madre de Jesús, con quien no creo tener ningún parecido, y Fernanda quién sabe por qué, en ocasiones a mí me suena como a un estornudo.
A pesar de todo esto, creo que María Fernanda es un nombre que tiene un ritmo agradable.
Mi nombre es María Fernanda, pero pocas personas me llaman así (Es lo que suele pasar con las personas de nombres largos).
A pesar de todo esto, creo que María Fernanda es un nombre que tiene un ritmo agradable.
Mi nombre es María Fernanda, pero pocas personas me llaman así (Es lo que suele pasar con las personas de nombres largos).
cambioyfuera.
19.3.12
18.3.12
16.3.12
Se convirtió en fotógrafo ambulante y desde ese día que lleva en su bolso de 20 x 15 cm un manojo de fotos de las personas que según él han salvado su vida. De esa forma, carga la imagen de un joven con quien en una noche de excesos miró las estrellas buscando respuestas a preguntas que en toda una vida de idas y vueltas a través del consiente, preconsciente e inconsciente, nunca pudo responder. Una señora a quien una vez robó una manzana verde en un día caluroso, dándose ella cuenta de lo sucedido sin que le dijese nada. La imagen de un perro que lo acompañó en una aventura mientras acampaba en un sector seguro cercano a la carretera del desierto, donde muerto de frío, se aferró al animal y logró conservar el calor. Junto a ellas, en ocasiones se encuentra la foto de Johann Sebastian Bach y la de Oscar Wilde, pero, por razones que desconozco, a veces las oculta.
7.3.12
Hoy en la tarde fui a buscar moras con mis amigos después del colegio. En todo el camino de vuelta a mi casa hay arbustos con moras muy ricas que están a disposición de todos. Las estábamos recolectando para hacer un pastel de moras y celebrar el cumpleaños de 2 de mis amigos. Lamentablemente uno de mis dedos salió herido con una de las espinas de los arbustos, y ahora me duele un poco.
Tener amigos es lo mejor del mundo.
Tener amigos es lo mejor del mundo.
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