Creo que de haberme llamado Valentina, como mi hermana, hubiese sido una persona más valiente, como ella siempre dice haciendo referencia a su nombre: "Valentina, la valiente" . Desafortunada o afortunadamente, mi nombre es María Fernanda. María, quizás como la madre de Jesús, con quien no creo tener ningún parecido, y Fernanda quién sabe por qué, en ocasiones a mí me suena como a un estornudo.
A pesar de todo esto, creo que María Fernanda es un nombre que tiene un ritmo agradable.
Mi nombre es María Fernanda, pero pocas personas me llaman así (Es lo que suele pasar con las personas de nombres largos).
cambioyfuera.
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